Según los datos que ofrecen diversos estudios médicos, más de 2,5 millones de mujeres de nuestro país padecen osteoporosis, una descalificación crónica de los huesos que incrementa el riesgo de fractura y puede provocar incómodas molestias en el día a día del paciente, ya que afecta especialmente a la cadera, las vértebras y las muñecas.
Esta enfermedad, que se presenta de manera paulatina (de hecho, pueden pasar años hasta que, finalmente, el médico la diagnostica), afecta de manera más frecuente a las mujeres mayores de 50 años. Pero, ¿cómo puede el pilates ayudarnos a prevenir o paliar los efectos de la osteoporosis? En la entrada de esta semana, desde Pilates Pro queremos profundizar sobre cómo esta completa técnica nos ayuda a mejorar nuestra salud y combatir la osteoporosis.
Dieta sana
Lo primero que hay que señalar es la importancia de seguir una dieta sana y equilibrada, para prevenir cualquier enfermedad. Existe cierta controversia con respecto a la ingesta de calcio y vitamina D, ya que aunque algunos expertos consideran estos nutrientes fundamentales para prevenir la descalcificación de los huesos, otros, por el contrario, aseguran que no existen evidencias científicas que prueben su efecto. Con todo, alimentarnos de forma saludable, con una dieta rica en vegetales, minerales y productos frescos, así como reducir la ingesta de bebidas alcohólicas y abandonar para siempre el tabaco, son factores indispensables para llegar a la madurez sintiéndonos a gusto con nosotros mismos.
El ejercicio, factor clave
Además de todo lo anterior, existe otro factor clave para prevenir la osteoporosis y éste no es otro que el ejercicio. Existen varios estudios médicos que ponen de manifiesto que las personas que no hacen ningún tipo de actividad física son mucho más propensas a padecer esta enfermedad.
El ejercicio ayuda a fortalecer los huesos y mantenerlos en buen estado y, además, mejora el equilibrio y los reflejos, lo que contribuye a evitar las caídas, la amenaza más peligrosa para las personas que tienen huesos frágiles. Con todo, si se padece esta enfermedad, hay que realizar una actividad física de carácter moderado y adaptada a las condiciones del paciente, por lo que, antes de iniciarnos en cualquier práctica, debemos consultar con nuestro especialista.
El pilates que realice una persona con descalcificación ósea debe componerse de ejercicios moderados y especialmente adaptados. Siguiendo esta máxima, el pilates puede ser un gran aliado para este tipo de enfermos, ya que contribuye a alargar la columna vertebral y alinearla con la pelvis, las caderas, las piernas, los pies, los hombros y la cabeza, centrando la postura y mejorando la descompresión espinal. Además, la mejora del equilibrio, la respiración y la concentración nos ayudarán a prevenir las caídas o tropiezos.
¿Qué ejercicios debemos evitar? Además de informar previamente a nuestro instructor de pilates sobre nuestra situación, debemos evitar realizar ejercicios rotantes, los que implican flexión lateral y frontal, así como la rotación de la columna vertebral. Además, es aconsejable poner una toalla doblada bajo la cabeza cuando nos tumbemos boca arriba. ¿Qué ejercicios son los más recomendables? Todos aquellos realizados acostados de lado o boca abajo, así como con las manos y las rodillas.